Llegamos pasado el mediodia, y nuestra primera parada fue el Dolphin Mall: reconocido antro pa'hacer compras. En realidad antes de empezar la recorrida hambrientos (raro en nosotros) nos arrimamos a la Plaza de Comidas (Food court, para los angloparlantes y gente que quiera parecerseles). Ahi nos llevamos una buena sorpresa al encontrarnos con una Parrillada Argentina. Paaaa..... Mollejita, morcillita, chinchulin, morron, chorizo... Paaaaa...... El viaje ya habia valido la pena.
Estuvimos un largo rato dando vueltas por el Mall y aprovechando las ofertas del dia, y la variedad, calidad y buen sabor de lo ofrecido. Una vez terminada la noble tarea partimos con destino al hotel: basico, limpio (aunque a veces nos quedaban dudas), pero a media cuadra de Lincoln Road: uno de los centros de la vida nocturna de South Beach.
Y, como no podia ser de otra manera, a Lincoln fuimos cuando se hizo la noche. Lincoln es una peatonal llena de bolichitos y restorantes, matizada por algun teatro o tienda fashion. Repleto de gente; de gente fashion, como lo es uno (??). La verdad que un disfrute. Caminar tranquilo en la noche, disfrutar de una cervecita al aire libre, sin que importe la hora... Pucha, que hay cosas que se extrañan.
A la mañana del otro dia continuamos el plan de gastarnos las suelas del calzado. Arrancamos para Miami Beach, viendo en el camino varias postales de esas que hacen esa zona de South Beach el Art Deco District. Al llegar a la playa la vimos espectacular. Frente a ella Ocean Drive (foto der): llena de hoteles remodelados con mucha onda.
La caminata nos llevo a Española Way (foto izq.): otra callecita con restaurantes chiquitos y bonitos, a uno de los cuales volvimos a almorzar al dia siguiente, y despues salimos camino al memorial del holocausto. Un lugar impactante al cual le guardamos un espacio.
Una parada tambien destacable de ese dia fur la cena en The Knife: parrillada argentina bestial, que nos habia recomendado Roberto. Nos patimos la boca sintiendonos nuevamente gastronomicamente como en casa.
El viernes recorrimos un poco mas de South Beach, de lo nuevo y de lo ya visto, y después nos fuimos al Museo Judio de Miami, donde había una exposición sobre superhéores de historietas. La visita resultó super fructífera e interesante. Al llegar nos presentaron a Jorge (foto abajo, izq.), un guía uruguayo bien típico veterano guía uruguayo, y él nos hizo una recorrida de dos horas por la historia del pueblo judío, a traves de las instalaciones del museo. Sabedor de que no erámos paisanos de religión, se dejó de tectnicismos e hizo bastante hincapié en tradiciones y costumbres de la vida cotidiana, o historias y acnécdotas más o menos creíbles. Después de esa recorrida, en 5 minutos recorrimos la instalación sobre los superhéroes (nuestro motivo original de la visita), nos fuimos a almorzar a Española Way, y emprendimos nuestro viaje al aeropuerto.
Para ver todas las fotos de este paseo pueden hacer click aqui.
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